Cien golpes en la espalda
«Las nereidas de nuestros campos son inocentes y malvadas como la naturaleza misma, que tan pronto acoge al humano como lo destruye…» El hombre que amó a las nereidas (Marguerite Yourcenar) Capítulo I – El
A veces escribo cuentos. Quizá algún día me da por escribir algo más largo. Espero que te gusten.
«Las nereidas de nuestros campos son inocentes y malvadas como la naturaleza misma, que tan pronto acoge al humano como lo destruye…» El hombre que amó a las nereidas (Marguerite Yourcenar) Capítulo I – El
Diana es una lechuza. Organizó su vida alrededor de la noche. Cazando en la oscuridad. Buscando a sus presas entre las barras de los bares más siniestros e infectos de la ciudad. Presas asequibles, que
Mientras observaba al policía, Samuel supo que no tenía salida posible. Nunca hasta ahora había estado seguro de nada, pero esta vez no había lugar a dudas, había metido el pié hasta el fondo. Y
Caballero, su comportamiento es totalmente inexcusable. He tenido que soportar que entrara en mi casa y que, con todo el descaro del mundo, sedujera a mi mujer y le hiciera el amor violenta y apasionadamente
Aquel hombre era inmenso, y cuando lo llamo inmenso no me refiero sólo a sus dos metros de altura, ni a sus manos como raquetas de tenis, ni siquiera hablo de sus trescientos kilos de